lunes, 14 de diciembre de 2009

De Asuán a Luxor paseando por el Nilo

Hacer un crucero por el Nilo es algo recomendable para todo aquel que desee visitar Egipto, no ya sólo por las visitas que se hacen en las ciudades donde se atraca sino por el Nilo en sí mismo, sus orillas esconden una verdadera maravilla que te hace escapar durante horas del bullicio de las ciudades y de la multitud de templos que se visitan.


Nosotros elegimos el más corto, el que dura 3 noches y 4 días… y que bien podría llamarse mata personas porque el último día de crucero no había quien tirase de nosotros…


Empezamos en Asuán, ciudad del sur de Egipto y, para mi gusto, de las más bonitas que he visto hasta ahora, aunque también he de decir que no son muchas las que he visitado… pues nada más llegar descansamos un rato y carretera y manta para ver la presa de Asuán y el Templo de Philae, un templo en una pequeña islita y que por ser el primero que ves te impresiona bastante, y es que no es solo porque sea el primero, es porque es precioso, no sólo por el templo propiamente dicho sino también por el entorno en el que está.


Con eso se terminan las visitas programadas y ya lo que quieras ver va por tu cuenta y riesgo… y digo por tu cuenta y riesgo porque los precios son suicidas!!! Así que la mitad de la expedición decidimos quedarnos en el barco y hacer turismo por nuestra cuenta… nos alquilamos una faluca para toda la mañana y ahí que nos fuimos a navegar por el Nilo y parando a nuestro antojo en las tumbas, el jardín botánico y en Koti, un poblado Nubio en medio del Nilo donde la población va aparte, son ¨nubios¨ y no se mezclan con los egipcios para preservar la raza… viven de lo que ellos mismos cultivan y lo que no sé es cómo subsisten ni cómo consiguen ingresos porque el poblado no tiene mucho que ofrecer.


Terminado esto partimos hacia Kom Ombo, paramos media hora para ver el templo por el que se caracteriza la ciudad y que era un centro médico ginecológico y oftalmológico en su época, y de ahí al barco y rumbo a Edfu.


La travesía la pasamos entre Horus, Isis, Amenófis, Ramsés, Amún y demás dioses y faraones egipcios… y con una llamada de recepción a las 5.45 de la mañana nos ponemos rumbo a un nuevo templo, el de Edfu, enorme en todos sus aspectos y lleno de historia, tanta que ha hecho que la ciudad viva prácticamente del turismo: calesas, vendedores ambulantes, puestos de souvenirs y postales adornan la ciudad donde los turistas paran no por más de 2 horas…


Después del madrugón por fin salimos hacia Luxor, la antigua Thebas y principal ciudad de Egipto en tiempos históricos… ni más ni menos que 5 horas de trayecto es lo que nos separa de nuestro último destino.


Y es que Luxor es colosal, la ciudad es bastante grande, cientos de hoteles asolan la orilla del río y miles de turistas pasean por sus calles y monumentos mientras otros disfrutan del cálido clima tomando el sol en las piscinas de barcos y resorts. Lo primero que visitamos fue el templo de Luxor coronado por una Mezquita y presidido por un enorme obelisco, además de estar protegido por más de una centena de esfinges que forman un pasillo hasta el templo de Karnak.


Y por este día, el tercero ya, las fuerzas están que no aguantan mucho… pero resisten para empezar el cuarto día que va desde los Colosos de Menón hasta Karnak pasando entre tanto por el Valle de los Reyes y el Templo de las Terrazas de Hatshepsut.


No cuento más historia porque primero faltaría blog para poder escribirlo todo y segundo porque es que a mí también me falta memoria… así que espero que esto satisfaga al menos de forma leve la curiosidad!




2 comentarios:

Teresa dijo...

Coincido contigo en la belleza de Aswan y en la grandeza de los Templos de Luxor y Karnak. Esas columnas y obeliscos te hacen sentirte como un vil insecto, je, je.

Unknown dijo...

Son lo mejor para escapar del bullicio constante que reina en El Cairo... o para escapar de cualquier otra cosa.